José Ángel Valente
Si no creamos un objeto metálico
de dura luz,
de púas aceradas,
de crueles aristas,
donde el que va a vendernos, a entregarnos, de pronto
reconozca o presencie metódica su muerte,
cuándo podremos poseer la tierra.
Si no depositamos a mitad del vacío
un objeto incruento
capaz de percutir en la noche terrible
como un pecho sin término,
si en el centro no está invulnerable el odio,
tentacular, enorme, no visible,
cuándo podremos poseer la tierra.
Y si no está el amor petrificado
y el residuo del fuego no pudiera
hacerlo arder, correr desde sí mismo, como semen o lava,
para arrasar el mundo, para entra como un río
de vengativa luz por las puertas vedadas,
cuándo podremos poseer la tierra.
Si no creamos un objeto duro,
resistente a la vista, odioso al tacto,
incómodo al oficio del injusto,
interpuesto entre el llanto y la palabra,
entre el brazo del ángel y el cuerpo de la víctima,
entre el hombre y su rostro,
entre el nombre del dios y su vacío,
entre el filo y su espada,
entre la muerte y su naciente sombra,
cuándo podremos poseer la tierra.
cuándo podremos poseer la tierra.
cuándo podremos poseer la tierra.
La estructura de este poema está compuesto por cuatro estrofas y 32 versos libres, y son de arte mayor.
El autor en este poema nos transmite como fue su infancia en la guerra, nos dice que para él fue una infancia dura a causa de las circunstancias de vivir durante una guerra y también nos da su propia visión de la posguerra según lo que el recuerda. José Ángel Valente durante el poema dice que si las armas no existieran y la gente no ganara dinero con la muerte el país no estaría en guerra y se viviría plenamente en paz. También en el poema se plantea la opción de cuándo podremos ser libres y no estar atados a algo y también nos dice que cuando una persona tiene la necesidad de matar a otro ser humano es porque no tiene ningún tipo de sentimiento y sobretodo en la última estrofa es donde nos plantea la idea de esta libertad y de la elección entre vida y muerte cuando alguien posee una arma en sus manos.
En el poema encontramos recursos literarios como metáforas en los versos 2, 3, 4 y 19, comparaciones en los versos 10, 17 y 18, y una repetición en los versos 30 a 32.